martes, 19 de marzo de 2013

La guerra de Irak y la crisis económica

Invasión de Irak
(Fuente: Wikipedia)
Esta semana se cumple una década del inicio de la guerra de Irak por parte de la coalición anglo-estadounidense. La invasión comenzó entre el 19 y 20 de marzo de 2003 y la dio por concluida el 1 de mayo de ese mismo año el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush. Pero la guerra de Irak solo había comenzado. Obama anunció el fin de la presencia militar estadounidense a gran escala en el país de Oriente Medio casi nueve años después, a finales de diciembre de 2011.

El balance de víctimas se desconoce con exactitud:
  • La revista médica británica The Lancet arroja cifras de más de 650.000 civiles iraquíes muertos.
  • La organización Body Count Iraq habla de unos 122.000.
  • Y según wikileaks, casi 110.000 hasta 2009 (de estos, 66.081 eran civiles)
  • Diversas fuentes apuntan a que murieron 4.488 soldados norteamericanos, y que unos 32.000 resultaron heridos.
  • Durante la invasión y los años subsiguientes de combates y ocupación, se han contado unos cinco millones de desplazados, en un país con unos 30 millones de habitantes. En la actualidad, continúan fuera de sus hogares unos 2 millones. 
  • Once soldados españoles murieron y 18 quedaron heridos. Casi 260 millones de euros costó a España el conflicto.
Irak es uno de los estados que lidera la clasificación de países con mayores reservas de petróleo. Sin embargo, la exportación de crudo –ya maltrecha desde principios de los ochenta por la guerra Irán-Irak- mermó aún más por la Primera y Segunda Guerra de Irak. Pese a ello, en los últimos meses la producción ha repuntado, y podría convertirse en los próximos años en el segundo exportador mundial, por detrás de Rusia. Para lograr dicho hito, la inversión en infraestructuras debería ser brutal.

El coste de la guerra asciende a más de 800.000 millones de dólares, muy alejado de las previsiones conservadoras anteriores a la invasión que pronosticaban cifras de unos 50.000 millones de dólares. El casi billón de dólares excluye la atención necesaria a veteranos y a discapacitados por la guerra. El Nobel de economía Joseph Stiglitz sostiene que el precio podría catapultarse hasta los 3 o 4 billones de dólares debido, entre otros factores, a la sustitución del armamento usado en el conflicto. El economista lanza la hipótesis de que la guerra de Irak fue uno de los desencadenantes de la crisis actual, ya que en la era Bush –afirma- no se sufragó el coste mediante subida de impuestos, sino que aplazó el pago a las generaciones venideras.

Otras muchas han sido y son consecuencia de la intervención estadounidense en el Golfo Pérsico. Las torturas de Abu Ghraib, por ejemplo, y las sentencias a muerte de Saddam y muchos de sus lugartenientes. Hace unos días, se ha difundido el vídeo de las agresiones a dos iraquíes por parte de tropas españolas destacadas en la base de Diwaniya, en 2004. Se alzan voces para reclamar que este episodio puntual no ensucie el buen nombre de las acciones del ejército español en el extranjero. No hace falta. Cualquier guerra se ensucia a sí misma por el mero hecho de existir.

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Mañana publicaré otro post sobre el décimo aniversario del inicio de la Guerra de Irak, titulado: "¿Estados Unidos invadió Irak solo por el petróleo?" Recuerda que puedes suscribirte al blog introduciendo tu cuenta de correo electrónico en la parte superior de la derecha, y que también puedes visitar horizontefbt en facebook y darle al "Me gusta". Gracias ;)

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